Curso PAS “compromiso con la vida”

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Estimados socios, os informamos del próximo curso que se va a iniciar el día 23 de marzo impartido por Federico Wallner.

Consta de 13 sesiones que se realizarán cada 3 semanas, los lunes por la tarde, en su despacho sito en la avenida Blasco Ibañez, 154, puerta 4, de Valencia.

La primera sesión será abierta y gratuita el próximo día 23 en el Palacete de Ayora,

Haremos primero un taller y luego la presentación del curso, y ya las siguientes sesiones del curso serán sólo para socios de la Asociación y tendrán un coste de 10€ cada una en el despacho de Federico

Como veis es un curso casi anual que Federico, con su equipo, ha estado preparando durante más de un año.

Se llama “compromiso con la vida”

Conferencia compromiso con la vida
Conferencia compromiso con la vida

Hemos hecho muchos talleres y charlas sueltas en estos años, que son gratificantes, pero no entran de lleno en el rasgo.

Rasgo que, en general, no gestionamos bien (estado de ánimo, ansiedad, capacidad de sufrimiento, etc), por eso este curso es para los que tienen compromiso con la vida, en mejorarla y tienen tiempo y ganas de ello.

A partir del día 23, ya os diremos los lunes que habrá curso con el horario concreto, y ya podréis inscribiros de la forma que se establezca. Solo hay 20 plazas disponibles ya que es la capacidad de la sala.

Si se llenara el cupo haremos también sesiones  online, todo es cuestión de ver las personas que están interesadas y que opción les viene mejor notificándolo.

Atención y activación en las personas de rasgo PAS

la atención y activación  en los PAS

Agradecemos a Isabel Sánchez nos aporte esta crónica de la Jornada del pasado miércoles, en la que  tuvo lugar la charla coloquio en el Palacio  de Ayora sobre la atención y activación  en los PAS.

José Luis Pérez,  Psicólogo jubilado, dedicado actualmente a concienciar a la sociedad sobre el rasgo PAS en los más vulnerables hoy en día,  los niños, abrió la sesión.

Como Psicólogo  de deportistas de élite,  nos trasladó a ese mundo  y al entorno  que les rodea. Un ambiente muy exigente y hostil en ciertos aspectos comparable a lo que diariamente siente un PAS.

Expuso de manera clara, directa y con un humor extraordinario el rasgo y nuestro modo  de activación. Mostrando con ello pautas para no quedarnos bloqueados ni permanecer sobrestimulados.

Logró  con esto, generar entre los asistentes, quizás lo más  temido por todas las sociedades que han existido hasta ahora, esperanza. Esperanza de ser capaces de adaptarnos mejor a nuestro entorno, a nuestro mundo. Al igual que un buen deportista  entregado en su trabajo requiere de disciplina, constancia y sobre todo consciencia de lo que está  haciendo,   de nosotros también se requiere trabajar  estas cualidades para disfrutar nuestra vida.

Es posible que el mundo donde hemos nacido no esté preparado ni acomodado para nosotros pero nosotros podemos ( y debemos) prepararnos para vivir en él. La preparación,  al igual que un buen entrenamiento parte de cada individuo  y de su ánimo por mejorar y ser mejor.

Que este rasgo sea un don o una desgracia depende principalmente  de nosotros.

Como broche final del encuentro Federico Wallner, Psicólogo en activo y experto en mindfulness, nos propuso hacer un trabajo personal con nuestras espirales mentales repetitivas. El objetivo es que entendamos qué nos lleva  a ellas y poder romperlas antes de llegar a no tener retorno. Ser más  conscientes de nosotros mismos, de nuestras emociones para poder mantenernos en nuestro centro.

“No se trata de resignación, se trata de aceptación”- dijo. Por supuesto, no se puede aceptar lo que se desconoce.

Tomar consciencia de nosotros mismos y hacer nuestra vida mejor está  en nuestra mano, ¿ verdad que es un alivio?

Una charla sin desperdicios.

Gracias, de todo corazón  a los dos ponentes y a la presidenta por coordinar el encuentro.

La Alta Sensibilidad como Rasgo de Personalidad

Si miramos a nuestro alrededor, lo que vemos tiene el sino de la diversidad, de lo diferente como esencia necesaria de la vida.

Cuando hablamos del Hombre, el proceso no es diferente.

La propia diversidad en nuestra especie ha favorecido su supervivencia.

Pero  el  Hombre  debe  una  parte importante de su éxito evolutivo al desarrollo de aquellos afectos relacionados con la empatía, la simpatía, la amistad, la colaboración y el cuidado, que favorecieron la vida social y el trabajo en equipo y el cuidado de nuestros hijos.

Algunos  de  los  dispositivos  que  han  favorecido  nuestra  exitosa  adaptación,  están incorporados en lo que hemos denominado personalidad.

Allí se disponen nuestras estrategias  de  intervención  y  percepción de  la realidad, desde  las  más  básicas  y elementales hasta las más sofisticadas y refinadas.

Hay que entender la personalidad como  un  patrón de  características  muy arraigadas,  que  se  expresan  de  manera automática y que conforman a la persona en su totalidad.

Estilo personal y rasgos de la personalidad

El estilo personal de cada uno se perfila en unidades más pequeñas que son los rasgos de la personalidad, que definidos como patrones estables de comportamiento.

Cualquier rasgo que configura la personalidad tiene un carácter dimensional, es decir, que se manifiesta en mayor o menor medida, y ofrece diferencias individuales que se expresan de manera consistente.

La sensibilidad ha sido considerada a lo largo de la historia de la psicología desde “educadores y promotores de la cultura” y que “su vida enseña la otra posibilidad, la de la vida interior, de la que tan dolorosamente está necesitada nuestra civilización”.

Pero ha sido más la insensibilidad la que ha llamado la atención de los expertos.

Ello posiblemente motivado por los perjuicios que ha causado y causa en la humanidad, guiando la sociedad hacia una visión técnica y pragmática que está deshumanizando el mundo, con disposiciones egoístas, materialistas e individualistas,  que  han  favorecido  el predominio de personalidades antisociales y narcisistas.

Uno de los desarrollos teóricos más atractivos de la psicología contemporánea, en el Estudio de la  personalidad, es la  denominada perspectiva evolutiva y del neurodesarrollo, diseñada por Theodore Millon (Manhattan 1928-Greenville 2014), ciencia “integradora de la persona”, que se basa en el desarrollo de tres polaridades de carácter dimensional.

La dimensión denominada literalmente “sensibilidad”.

Supervivencia: preservar la vida y mejorar la calidad de vida.

Polaridad (placer- dolor). Los   recursos evolutivos  relacionados con la supervivencia están orientados al incremento y la preservación de la vida.

Este mecanismo forma la polaridad dolor-placer. Las conductas placenteras se repiten y tienden a promover la supervivencia.

Tiene como objetivo madurar, de forma selectiva, la capacidad, en gran medida innata, de discernir entre las señales dolorosas y placenteras. Esta estrategia obedece a una necesidad de vinculación y se desarrolla a lo largo del primer año de vida.

Adaptación: y modificación ecológicas (polaridad pasivo-activo).

La segunda tarea evolutiva a la que se enfrenta el organismo es la adaptación, que se puede conseguir a través de dos estrategias diferentes, pero que deben aparecer de forma complementaria.

La acomodación se refiere a la tendencia del organismo  a adaptarse al entorno de una manera más o menos pasiva y la  modificación es la capacidad que el organismo tiene de modificar el entorno en el que le ha tocado vivir de  una  manera  más  o  menos  activa,  siempre  con  la  finalidad  de  satisfacer  sus necesidades  básicas.

En  este  caso  el  niño  evoluciona  desde  un  estilo  adaptativo relativamente pasivo a otro de modificación más activo de su entorno físico y social.

Reproducción: cuidados reproductivos y programación reproductiva (polaridad sí mismo-los otros).

Se trata de un dispositivo de carácter sociobiológico en el que cada género intenta maximizar su presencia.

Desde el punto de vista biológico está, en primer lugar, la estrategia r.

El objetivo, en este caso, es reproducir un gran número de descendientes que son abandonados a su suerte.

En segundo lugar está la estrategia k, en la que lo cuidan de los relativamente pocos descendientes que tienen.

Uno reproduce en esta polaridad  la estrategia sociobiológica masculina, orientada hacia sí mismo, y el otro la femenina, orientada hacia el cuidado de los demás.

Desde el punto de vista psicológico la primera estrategia suele considerarse egoísta, insensible, desconsiderada y descuidada; la segunda es afiliativa, íntima, protectora y solícita.

La estrategia r responde a la propagación de sí mismo y en el otro extremo la estrategia k que cuida de los demás.

La expresión psicológica de estas estrategias se expresa en la dimensión sí mismo-los otros.

En este proceso el prototipo masculino se puede describir como más dominante, autoritario y codicioso, y el femenino, como más cooperador, cuidador y respetuoso.

Otra tendencia contemporánea que nos puede ayudar a definir este rasgo de alta sensibilidad que estamos intentando diferenciar, es la perspectiva de los rasgos y factorial.

El interés inicial de Cattell (1943), era encontrar un conjunto de categorías que abarcara las múltiples variaciones de la personalidad, y entre ellas se encontraba este factor se refiere al aspecto sentimental de la personalidad.

Según la descripción hecha, la persona altamente sensible tiende a basar sus juicios en gustos personales y valores estéticos.

Se apoya en la empatía y la sensibilidad a la hora de hacer sus consideraciones y es más refinada en sus gustos e intereses. De esta guisa, estas personas, aprecian más la belleza de un poema, una novela u obra de teatro que una competición deportiva.

Por otro lado, al apoyarse en los aspectos subjetivos de las situaciones, puede pasar por alto elementos más funcionales y utilitarios de la realidad, pecando de falta de pragmatismo.

También muestra pequeñas correlaciones con el polo reactivo de la estabilidad, con lo que evidencia cierta reactividad e inestabilidad emocional.

En definitiva, podemos considerar este rasgo de Alta Sensibilidad de la personalidad de manera dimensional, situando en un extremo la sensibilidad, desde un punto de vista evolutivo como un estilo sociobiológico, que describe un modelo femenino, orientado al cuidado de los demás, considerándolo una estrategia adaptativa afiliativa, cooperadora, protectora y respetuosa.

En el   polo opuesto, entendido   como insensibilidad,  encontramos  una  estrategia  masculina calificada  como  insensible, egoísta, autoritaria y codiciosa.  Y desde el punto de vista factorial, la alta sensibilidad estaría descrita  como  un  estilo  que  se  basaría  en  juicios  emitidos  según  el  gusto personal y en valores de carácter estético, centrado en la empatía.

Pero también, en su vertiente más extrema aquejado de falta de pragmatismo y de cierta inestabilidad emocional. Visto lo visto, cuánta razón tenía Jung cuando afirmó lo dolorosamente necesitada que está nuestra civilización de e te rasgo que hoy en día es cada vez menos valorado.

 

Federico Wallner

 

Autor: Federico Wallner Jordá.

Licenciado en psicología.

Colegiado nº CV-02208

PASaporte a la felicidad

Una vida de una pas cualquiera…

 

Descubrí este don casi al mismo tiempo que empecé a andar. Siempre fui  alegre, extrovertida, enérgica, cariñosa y sin miedo a nada, como muchos niños.

Con mis primeros pasos la música me atrapó, siempre estaba bailando y tocando los instrumentos que había en casa.

Lloraba de emoción, y esas emociones se iban conmigo a la cama.

Si me reñían o gritaban lo pasaba fatal y se me encogía el corazón.

El problema vino cuando salió mi carácter contestatario, no me creía nada de lo que me contaban ni mis padres, ni curas, ni profesores.

Siempre fui una librepensadora y preguntaba el porqué de todo y ponía todo el corazón en lo que hacía aún a sabiendas de que en alguna ocasión iba a salir escaldada.

En la pubertad, pensaban mis padres que impidiendo que saliera iba a cambiar.

No supieron hacerlo de otra manera y no hay rencor en mi corazón. Como no me entendían me dieron por perdida.

Estudié Derecho al mismo tiempo que trabajaba, y ahora, tras 20 años de ejercicio, sigo muy motivada.

El baile, la música y el montañismo como afición me acompañan siempre.

Durante muchos años necesité psicólogos para arreglar el destrozo emocional que me había generado un entorno hostil en casa, y hoy puedo decir que hicieron un gran trabajo.

He aprendido mucho de mi comportamiento, a mejorar actitudes, y a convivir con las cicatrices de la vida, igual que otra persona sea PAS o no.

Descubrí al hacerme una prueba de audiometría que tenía un oído que superaba los límites (otro rasgo PAS), así que me hice unos audífonos a medida para reducir el sonido ambiental.

Sé que es un don que hay que aprender a gestionar, y ahora lo disfruto, pero controlándolo, para que vivir no me haga daño.

Sentir, pero utilizando la cabeza -que para eso está-, y poner límites, algo que también nos cuesta a los PAS.

En un mundo deshumanizado,  estoy enseñando al corazón a pensar con la cabeza, y parafraseando a Neruda, puedo decir que …confieso que he vivido…¡¡¡ y sentido!!!

Gracias a la vida que siempre te descubre cosas maravillosas si tienes los ojos abiertos y crees en ti.

Autora no anónima pero si camuflada…